El monstruo olvidado: Cómo el «Candy Man» aterrorizó a toda una generación
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Cuando la gente habla de asesinos en serie infames, algunos nombres siempre acaparan la atención. Documentales, libros, podcasts… ya los has oído todos. Pero al acecho en las sombras de la historia se encuentra uno de los asesinos más prolíficos que el mundo ha visto, y sin embargo, su nombre apenas resuena fuera de los círculos de crímenes reales. Lo llamaban el «Candy Man», y créeme, no había nada dulce en él.
Este no era el típico coco urbano del que se susurra en las historias de fantasmas. Este era un hombre de verdad que atraía a adolescentes vulnerables con la promesa de dulces, fiestas y atención, solo para arrastrarlos a una pesadilla. Detrás de sus modales pulidos y su apariencia impecable, construyó un imperio secreto de terror, uno que finalmente lo convertiría en uno de los asesinos más depravados de los que se tiene registro.
¿La parte más aterradora? Durante años, nadie sospechó nada. Para los vecinos, era generoso. Para los niños, era divertido. Para los padres, era inofensivo. Pero debajo de esa imagen cuidadosamente elaborada se escondía un depredador sádico. Para cuando sus crímenes fueron descubiertos, el número de víctimas era tan asombroso que los investigadores se quedaron sin palabras...
Y aquí es donde la historia se vuelve aún más oscura.
